Estas ultimas semanas estoy desintoxicandome del World of Warcraft, que consumia muchisimo tiempo en mi vida, e invierto gran parte de mi tiempo en ver la serie StarGate Atlantis, preparar mazos de cartas y releerme toda la saga de Canción de Hielo y Fuego (cosa que os recomiendo una vez más).
Bueno, este es el marco rutino-sociolgico en el que me encuentro inmerso en este momento. Deberia pues tener placidos sueños, en los que al contrario que en meses pasados no me encontrara buscando a tios con admiraciones en la cabeza, luchando contra monstruos antiguos o volando horas y horas en murcielagos gigantes. Cierto, realmente todo eso ha desaparecido, pero de placidos nanai de la China.
Esta tarde habia estado hablando con una de esas chicas que aturde mis sentidos, habia jugado un poco al FÍFA Manager y habia comido pizza. Bien es sabido por todos los cientificos que la pizza activa partes reconditas de nuestro neocortex en las vigilias (Is amazing!!). Me he acostado para echarme una siesta, quedandome dormido durante dos horas y media como tenia programado y he tenido un sueño...
Primero habia una gran sala, en ella luchaban tipos armados con armaduras, en su centro uno más poderoso que los demás, habia más hostias que en el parlamento italiano, una escena me mostraba al caballero de Pegaso, Seya (que se levanten mis muertos si no era él) observandolo todo en otra sala distinta y vacia, "Tengo que luchar" dice de repente con ese gesto que determinación que ponen los Caballeros de Zodiaco cuando acaban de brear a todos sus amigos (osea en casi todos los capitulos). En la siguiente escena me encuentro yo en una especie de ring cuadrado, con una zona elevada en el centro. Me voy a enfrentar a un luchador implacable, sé que es superior a mi y sé que necesito ayuda, voy a enfrentarme a él resignado y en esos momentos oigo a un tipo rubio, de pelo corto que dice "no tan rapido", el otro se aparta a un lado. El tipo me mira y me dice "pasame una lanza", le paso un lapiz gigante que tengo. Si amigos, es un jodido lapiz gigante, aunque no por ello menos peligroso (mi amigo Txolfo podria hablaros de mi compulsión de sacarles punta hasta el infinito a los jodidos lapices). Se lo paso y el tipo se lo lanza a nuestro enemigo. El lapiz se parte al chocar contra él quedando inservible incluso para dibujar al carboncillo. Luchamos, puño acorazado contra escudo de metal y coraza bruñida. Recibimos y golpeamos, estamos casi agotados. Sin duda nos encontramos en un empate...
Pues bien, en la siguiente escena estamos al borde del ring sentados, yo con mi compañero y un tio y una tia enfrente, al otro lado de... ¡¡¡Jesus Vazquez!!! que es el presentador de esta especie de reality con público ¿Donde está mi implacable rival? No lo sé, el tema es que parece que vamos a resolver el conflicto en una especie de concurso de cata de bebidas. Van sacando botellas, la tia que está en el otro bando parece conocer todas las bebidas, se hacen chascarrillos con que es una borrachuza, el otro concursante debe ser un famoso de fuera porque le traducen las bromas absurdas por el pinganillo. En un momento determinado yo cojo las dos botellas que nos tocan y veo que son de vino blanco. Miro a mi compañero y veo que se trata de uno de los Morancos y le digo "hemos perdido, si me bebo esta mierda voy a vomitar" y me despierto...
¿Que? ¿Como se os queda el cuerpo? Vamos Freud, si tienes lo que hay que tener psicoanaliza este sueño. ¿Los sueños se cumplen? ¿Actos fallidos? ¿Algún trauma de la infancia?
En fin amiguitos, espero que el verano dure menos de lo que nos duró el invierno y recordad que si os ataca alguien aparentemente peligroso no debeis usar un lapiz gigante como arma arrojadiza. Hoy acabo subiendo una foto frikera de cuando era Goku...
