lunes, 31 de diciembre de 2012

Bye bye 2012, Welcome 2013

Son casi las tres de la madrugada y mañana me levanto a las seis y media para trabajar. Si, amigos, el día uno del dos mil trece empiezo trabajando y no en turno cualquiera, en las malditas e infames mañanas. Ya solo por eso diría que el dos mil trece está siendo decepcionante, pero trataré de ser positivo y darle algo más de tiempo.

Se nos va un año marcado por la mentira, la traición, una sensación total y absoluta de total impotencia. Si, estoy hablando de lo que pensamos todos en este momento... ¿como han podido engañarnos así los mayas? A ver, es cierto que hablamos de unos tipos que como dice un compañero de trabajo no fueron capaces de ver su propio final. Pero todo el mundo sabe que en el mundo de la adivinación nunca se puede acceder a ese tipo de cosas, ni tampoco a los números de la lotería u otros sorteos. Si no, está claro que videntes que manejan un gran poder, como pueden ser Rappel, la Bruja Lola o Aramis Fuster, serian millonarios. Pero maldita sea, ahora por culpa de esos desgraciados yo me tengo que levantar a las seis y media para ir a trabajar.

Estamos en el momento mágico en el que creamos nuestros "propósitos" para el año que viene. Esos mismos propósitos que serán completamente olvidados dentro de un par de días. En realidad, el comienzo del año es la excusa, porque, por si no os habíais dado cuenta, no se oyen las ruedas del tiempo sonar cuando se acerca el final del año, como mucho se oye la bola del carillón bajar o los jodidos cuartos que alguien inventó para crear confusión durante la ingesta de las uvas. El tiempo no se detiene y vuelve a arrancar después. Todo ocurre seguido, de hecho los japoneses aún no han acabado el año y siguen sin hacer ningún tipo de propósito para el año que viene.

No nos engañemos, la Navidad es para la gente que estudia y tiene vacaciones estos días. Los que trabajamos no notamos una diferencia sustancial, salvo quizás el Network Freeze. Mi fiesta favorita es y seguirá siendo la Semana Santa, como ya os he dicho en varias ocasiones me encanta saber que cada año el cabroncete de Jesús recibe su buena ración de clavos, seguido del robo del cadáver a los tres días y la gente tomando el cuerpo de Cristo en las infames tiendas de kebaps (que no llamaré restaurantes en mi blog). Espero que el dios cristiano no exista porque cuando palme me van a echar en cara todo esto por los siglos de los siglos.

Yo soy una persona con propósitos sencillos. Podría decir que voy a tratar de ayudar a otros o me voy a comportar mejor, podría decir eso si, pero mintiendo. No voy a hacer nada de eso, lo que voy a intentar es tener sexo interracial con una oriental y con una chica de esas que están hechas de chocolate. También voy a intentar ordenar el salón y finalmente voy a intentar ponerme en forma. Lo dicho, todo esto en dos días quedará completamente olvidado, salvo quizás el primer punto.

Pues nada, desearos a todos un años dos mil trece inmejorable. Bueno, a todos no, al Papa, a Cospedal, a Rajoy, a Soraya y al puto y jodido Gusiluz les deseo las muertes más horribles y agónicas que un inquisidor español o guionista de Humor Amarillo, en su defecto, pueda imaginar.

Para finalizar os dejo aquí una foto de la persona que puede ayudaros si habéis sufrido algún tipo de indigestión o problema etílico. Aunque reconozco que yo me he puesto bastante malo al verla.